jueves, 17 de julio de 2014

Las voces del libro y el santo olor de páginas y forros



Anna Maria D’Amore me dijo que ella veía esta como una gran selección de dulces; como británica/mexicana que es, evocó la imagen del una vez ubicuo concepto de “pick ‘n’ mix”, en el que comprador selecciona la combinación de dulces que mejor le parezcan de los muchos y variados que se ofrecen, los pesa y los paga, libre ya para disfrutar de una combinación individual y satisfacer su antojo; creo que esa imagen es muy apropiada para esta antología.
Nathanial  Gardner

La selección del texto es importante, y así la traducción puede  ser un acto de resistencia,
recuperando un texto que ha sido excluido del canon actual.
Anna Maria D’Amore


Voces zacatecanas. Zacatecan voices (México, 2012, Téxere, UAZ, 175 pp). reúne textos de 8 escritores que han escrito en Zacatecas. Están aquí los que de esta tierra se han nutrido desde el nacimiento, están los que la han habitado por diversas razones y tiempos y los que procedentes de otro territorio han decidido quedarse a vivirla. Esto incluye a los que han llevado los textos de una a otra lengua, del español al inglés.
De allí que el libro muestre a escritores cuyo nacimiento va de 1956 a 1987. El registro de sus publicaciones inicia en la década de los 70 y los muestra en plena producción en los albores de la segunda década del siglo XXI. En conjunto forman un arco de poco menos de medio siglo de actividad. Por supuesto, Efraín rebasa con 7 la cincuentena y a Salvador le faltan 26 para el medio centenario. Los dos ocupan una posición en el campo literario. Están aquí: Efraín Gutiérrez de la Isla (Zacatecas, 1956), Alejandro García (León, 1959), Javier Acosta (Estancia de Ánimas, 1967), María Isela Sánchez Valadez (Zacatecas, 1969), Scherezade Bigdalí Hernández López (Guanajuato, 1972),  Maritza Manríquez Buendía (Ojocaliente, 1974), Mauricio Moncada, (México, 1979), Salvador Alejandro Lira Saucedo (Zacatecas, 1987).
Además de estas 8 voces zacatecanas están por lo menos tres que le dan otra dimensión al libro. Estamos frente aun libro bilingüe, una muestra de literatura escrita en Zacatecas perteneciente, sin duda, a la literatura mexicana. Toda la muestra es de calidad suficiente para declararla sin pudor ni regateos literatura sin adjetivos. Pero ahora no me voy a dedicar al límite de la literatura, sino a las amplitudes del campo.
Aquí están tres traductores: Anna Maria D’Amore Wilkinson, Maureen Sophia Harkins y Nathanial Gardner que han aquilatado esa calidad literario y la han encontrado digna de su labor. Llevar los mundos de esta literatura encapsulados en el español a los mundos posibles primero del traductor inglés y después del potencial lector en este mismo código. Que estos autores accedan a una segunda lengua y a un público distinto y diverso es importante. Por una parte habla de la valoración que de los autores tienen los traductores, por otra parte habla de esa atención sobre escritores que por una circunstancia u otra, estén lejanos, bien del canon, bien de las candilejas, bien, incluso, de la existencia literaria. Examinando los datos de los autores, hay una buena cantidad de reconocimientos y libros publicados, capital cultural y simbólico, ninguno de ellos se encuentra dentro de la literatura de un mercado amplio.
Sin duda la  traducción y la traductología es producto excelente de una labor que hace poco se ha fundado en la universidad baja el tesón y la altura de miras de la Dra. D’Amore, ha tenido sus antecedentes en diversas publicaciones, entre las que, me consta, una lo ha hecho con calidez y aventura, la legendaria revista Dosfilos, al mando del poeta José de ´Jesús Sampedro. Esta actividad, tan necesaria en nuestro entorno, une la actividad académica y la cultural, intelectual y literaria con una visión lejana a la provincia y proclive al universalismo, partiendo de una saludable práctica de la región. Un nuevo grado alcanza tal actividad cuando la tenemos en ese producto maravilloso que es el libro, que lo mismo nos filtra el sabroso olor de la panadería de Ramón López Velarde, que los olores que exhalan estos textos en donde perversidad y bondad se pueden afianzar en el regusto de todos nuestros sentidos.
Con Voces zacatecanas. Zacatecan voices me viene a la memoria aquella historia de John Wilkins, recontada por Umberto Eco, en la que un heraldo llevaba una carta y una cantidad de higos para el destinatario, el número de piezas constaba en la misiva. Al llegar a destino y ser imprecado por el dueño de las frutas, supuso el otro que lo había visto la carta, por lo que en otra ocasión comió los higos una vez que había escondido la carta debajo de la piedra. Evidentemente los libros irradian realidades múltiples, en sus páginas, forros, portadas y contraportadas vagabundean personas, escenarios, suspiros, sueños y olores. Y son voces que salen y contagian; pero también son influidos por voces y realidades que viene de quien los apresa entre sus dos ojos. Es un intercambio, una guerra de la que siempre se sale vivo, aunque esto también es un decir.
Aquí puede ir de la Avenida Hidalgo (I have walked along Avenida Hidalgo/ in thirteen different cities) al pueblo-caja-matriz (That’s why, I’m watching the Hills that cover the town-box-womb that sheltered us for a while move further and further away), de La Brisa (The Brisa was an anormous ancestral mansion that little by little had been taken apart and swallowed up by the neighborhood) a dos ciudades amarradas por hogueras (of two cities tied together by bonfieres/ of bees), del pasillo de los sueños rotos (In the hallway broken dreams, a man runs afther a light), al pueblo cubierto por una cobija de colores (In those days, the town was covered with a colored blanket, an allencompassing patchwork blanket), del relato excitante (No, keep telling the story and I’ll see what I can do. Please her, I want her to tell her story with style) a una vecindad fría y vieja (This building is cold and old, the doors creak when they open and there is a stench of humifity wherever you go).
Hay más cosas, claro, pero las muchas voces encontrarán la manera de disputar su supremacía, de atrapar la pasión del lector.

(Voces zacatecanas. Zacatecan voices se presentará el domingo 31 de marzo, dentro del Programa Académico del Festival Cultural Zacatecas 2013, a las 17 horas en la Casa del Arte y la Palabra. Vale la pena asistir a este evento y adquirir el libro.)


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