sábado, 8 de diciembre de 2012

¡¿Quieres hacer el favor de quitar los tenis y los calcetines de la mesa por favor?!


]Efemérides y saldos[


¡¿Quieres hacer el favor de quitar los tenis y los calcetines de la mesa por favor?!
Alejandro García

Y como me puse a pensar en el tiempo —por la expresión ‘a partir de ahora’— me estoy haciendo la pregunta que me hizo un velador una vez que salí de la escuela después de una jornada muy especial. Le dije “por fin acabamos este día”. Y me contestó “¿Y ahora qué piensa: tiene un día más o un día menos?”
María Matilde Beatriz Hernández Solís


Una de las primeras aportaciones que me he admirado, producto de las investigaciones de Hernández Solís a lo largo de más de 2 décadas, es el uso por los niños zacatecanos de la perífrasis. En su mundo donde el tiempo aún no ha sido vulnerado ni siquiera por la violencia, es más fácil decir “cama de los niños”, “agua fresca de frutas”, “cuchara para remover la tierra”, “palo para agarrar víboras” que representan la posibilidad de darle la vuelta a la lengua porque no son todavía súbditos de la prisa.
Un modelo para la planificación de la enseñanza del vocabulario con fundamento en el léxico disponible de universitarios zacatecanos (México, 2012, Tlacuilo/ Unidad Académica de Letras de la Universidad Autónoma de Zacatecas, 173 pp.) representa la primera publicación en libro de estas investigaciones que vienen desde los años 90.
El libro consta de dos partes: una dedicada a levantar léxico entre los universitarios zacatecanos y otra a elaborar una propuesta que contribuya a resolver el problema de adquisición y dominio de léxico entre nuestros jóvenes. Se trata de una operación lingüística que arranca de la empiria y organiza las palabras que el hablante tiene en la punta de la lengua y que se aglutinan en 16 centros de interés: “Las partes del cuerpo”, “La ciudad”, “Profesiones y oficios”, por ejemplo.
Hay uno que en las muestras no deja de llamar mi atención: “Objetos sobre la mesa”. Suele uno encontrar desde los obligados cuchara, servilletero, plato, hasta verdaderas muestras de lo que representa nuestra mesa en la vida de hoy: tenis, calcetines, televisiones, mascotas, macetas, libros, de allí que se torne imperativo evocar, distorsionándolo, el título al español del célebre libro de Raymond Carver: ¡¿Quieres hacer el favor de quitar los tenis y los calcetines de la mesa por favor?!, pero que en realidad nos habla de las virtudes de los multifamiliares y aventuras de la arquitectura oficial desde los años 70: todo cabe en un departamentito sabiéndolo acomodar.
Además de estos hallazgos que pueden ser atractivos y útiles para los ojos extraños, y representar verdaderos filones para otras disciplinas, pero que son minucias para la lingüística, la investigadora organiza, después de un proceso computacional verdaderamente arduo y complicado, el léxico más disponible y lo organiza en posibles constelaciones donde unos vocablos operan como núcleos y otros como satélites. Con esto se hace un dibujo sobre la posible organización léxica del cerebro humano. Podemos ver así el Cuerpo Humano (Centro de Interés 1) como gran sol en donde su principal planeta es Ojo y le siguen cabeza, mano, dedo, nariz, pie, boca, pierna, brazo, uña, corazón, cuello, oreja, diente, rodilla, pulmón, estómago, hígado, cabello, cerebro… y así hasta vagina en el lugar 45. En la página 108 podemos ver esa combinación entre léxico, organización del mismo y graficación entre vocablos.
Sea producto de una posible organización o meta el organizar lo que se adquiere como Dios nos da a entender, el levantamiento empieza a tener una utilidad y a darnos una radiografía con los elementos probatorios en la mano, de si el léxico se puede rastrear. Y de allí lo que sigue: incrementarlo, pues es bien conocido el problema de dominio y competencias de la lengua en nuestro país.
 Sobre esta base se construye una lección lexical que vaya por la vía de una adquisición planificada del vocabulario. Para ello se tienen que trabajar de nueva  cuenta los resultados de la primera etapa (léxico-base y léxico-meta) y navegar entre diversos diccionarios y en especial de frecuencia, ya no para el léxico que el hablante usa todos los días, sino el que debe adquirir de acuerdo a estándares establecidos:

Acudo al DEM para confirmar la estandarización de los vocablos que utilizaren la lección lexical. He obtenido el léxico de meta al comparar los resultados del léxico disponible de universitarios con las primeras 5000 entradas del Diccionario del Español de México, corte hecho a partir de la frecuencia de aparición descendente. 

El libro responde a la problemática de cómo enseñar lo que a menudo nos parece imposible o inútil. El lenguaje nos resulta transparente y a pesar de las horas dedicadas a lograr su dominio sigue navegando en las aguas de la improvisación, del capricho, del prejuicio y del fracaso.
Un modelo para la planificación… nos brinda una vía en donde se mezclan las más modernas vertientes de la lingüística y de la enseñanza a fin de insertarse en la polémica en torno a nuestra lengua y a su dominio. Es también producto del esfuerzo personal de María Matilde Beatriz Hernández Solís en donde siempre estarán presentes y consignadas las aportaciones de Marina Arjona Iglesias y Juan López Chávez y los combates en la Licenciatura en Letras, la Maestría en Enseñanza de la Lengua Materna y, más recientemente, en el Doctorado en Ciencias Humanísticas y Educativas de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
  

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